Sábanas

¿Qué tipo de sábana elegir? Déjate guiar por tus sentidos

Aunque te expliquemos en detalle todos los beneficios de ambos tipos de sábanas de algodón, al final te vas a guiar por tus propios gustos y sensaciones para tomar tú la decisión.

Seguro que tienes dudas en cómo diferenciar las sábanas de algodón Percal y las sábanas de algodón Satén.

Primero debes saber que en nuestras sábanas de más de 300 hilos usamos la misma materia prima, algodón Supima de máxima calidad.

Supima es la marca comercial del algodón Pima estadounidense, uno de los más finos y valorados del mundo.

Las fibras extra largas que produce la planta de algodón de variedad Pima, se caracterizan por su suavidad y resistencia.

Son tejidos que no pierden brillo, son muy cómodos y resistentes al paso del tiempo.

La forma de tejer y tratar el algodón marcará si tiene un acabado Percal o Satén.

Ambas telas son de máxima calidad. Solo es una cuestión de gusto personal.

Las sensaciones que quieras experimentar, son la clave para seleccionar las sábanas de algodón que necesitas.

Satén

Si te encanta la suavidad y un tacto más aterciopelado, entonces elige Satén y habrás acertado.

El algodón Satén se teje en 3×1, es decir tres hilos en trama horizontal y uno en urdimbre vertical.

Su apariencia es ligeramente brillante en la cara exterior y mate en el interior.

Gracias a su tacto liso, se arruga menos y es muy fácil de planchar.

Es un tejido mucho más apretado y por lo tanto te va a aportar una mayor calidez en las noches frías.

Percal

Si buscas un tacto más esponjoso y natural, te aconsejamos sin duda alguna el Percal.

El algodón Percal se teje en 1×1, lo que significa que se entrecruza un hilo en trama horizontal y otro en urdimbre vertical.

Es un tejido firme, de apariencia mate, muy resistente al paso del tiempo y extremadamente transpirable.

Son telas frescas para las personas más calurosas.

Muchas personas identifican el percal porque al mover las sábanas, “suena”,  los ingleses a eso lo llaman tejido Crispy. Nosotros podríamos llamarle crujiente?

Satén

Percal