Una de las primeras cosas que tiene que hacer una embarazada es preparar el ajuar del bebé, y cuando digo ajuar me refiero a aquellas cosas que necesita un bebé para el baño, su dormitorio… y que, no nos engañemos, puede sonar muy antiguo pero desde luego es útil como lo que más. En entradas anteriores os hemos contando lo que un bebé necesita, pero ahora, por petición popular, nos vamos a centrar en los primeros meses del bebé, y hoy, concretamente, en las sábanas para el moisés.
Ya sabéis que en “La Llave Hueca” nuestro lema es la calidad en primer lugar, y la simplificación en segundo. Por experiencia propia con mis cuatro hijos (y veintitantos sobrinos) sé perfectamente lo que merece la pena comprar (y lo que no) entre toda la cantidad de productos que te encuentras cuando estás esperando tu primer bebé.
Y os preguntaréis ¿por qué (justamente) es importante la calidad en las sábanas para moisés? Yo os respondo rápido para salir de dudas. Primero de todo, porque la piel del bebé en sus primeros días es muy, pero que muy sensible, y es muy importante que las sábanas donde va a pasar sus primeras horas de vida sean del mejor y más fino algodón, es decir, una batista de algodón, qué es tan difícil de encontrar hoy en día… La verdad es que debería estar prohibido utilizar fibras en las sábanas de minicunas o moisés; ¿cómo puede dar trabajo planchar un trocito de tela tan pequeño como son las sabanitas de moisés? Por no hablar del color grisáceo feísimo que toman los tejidos con fibra con el paso del (corto espacio) de tiempo…
Y una vez aclarado el tema de calidad…. cuando hablo de simplicidad me refiero al hecho de que estas cosas (y otras muchas) duran muy poquito tiempo, son sólo 4 ó 6 meses que se te pasarán volando. Y entonces tendrás que Lavar y Guardar (¡oh no!) un montón de cosas: el moisés, el carrito, los faldones, los patucos, los bodys, los jerseys, las capotas, las toquillas, los rulos de lacatancia, los biberones pequeñitos… bla bla bla. ¡Cuantas más cosas hayas comprado, más tendrás que guardar! Pero ¡ojo!, saldrán a escena nuevas cosas que necesitará tu niño en los próximos meses: cuna de barrotes, cuna de viaje, silla de paseo, trona, juguetes estimulantes… (y ya te anuncio que, cuando finalice esa etapa, también los tendrás que guardar)
Por ese motivo se nos ocurrió la funda nórdica para moisés o minicuna, que también vale para el carrito (¡hurra!). Es ideal para el primer hijo y para los siguientes porque si nace en invierno le metes el relleno nórdico, y si nace en verano pues se le queda una sabanita de batista con una colchita de piqué y así, a la hora de guardarlo, lo tienes muy fácil.
Y ya te damos un par de recomendaciones antes de despedirnos:
- Ten como mínimo 2 fundas nórdicas con su almohadita de 60×70 (una para la minicuna de casa y otra para el carrito de la calle y las vas alternando). Si son 3, mejor.
- Ten 4 bajeras de batista de algodón de 100cm x 125cm y sin ajustes para que te valgan para el carrito, minicuna, capazos, moisés, etc.
¡Espero que haya sido de utilidad! Confiad en mi, son muchos hijos y muchos más años en la tienda observando las necesidades de las mamás de antes y de ahora; y ya lo dice el refrán: “más sabe el diablo por viejo, que por diablo”.
P.D.: En otra entrada, os cuento el ajuar necesario para el baño! :)